Aún quedan unos meses para la llegada del invierno y algunos de vosotros estaréis deseando sacar las botas de agua y el anorak del armario pero sin duda, los que padecen sequedad ocular estarán preocupados pensando cómo les va a afectar este año el cambio de temperaturas puesto que estarán notando ya las molestias oculares que el invierno trae consigo cada año.
Realmente, no se sabe a ciencia cierta si las bajas temperaturas son una causa de la xeroftalmia o síndrome del ojo seco, pero sí podemos afirmar que existe un repunte de los casos de empeoramiento de la salud ocular en épocas invernales, donde el frío y el viento son más intensos.
Este síndrome afecta de media a entre un 10% y un 20% de la población española, de los cuales un 75% son personas mayores de 65 años y es más frecuente en mujeres.
El síndrome del ojo seco se da por la sequedad de la conjuntiva y de la córnea, disminuyendo la agudeza visual y puede provocar una pérdida significativa de la visión si no se trata correctamente.
Con los cambios de estación y la llegada del frío somos víctimas de resfriados y de otros problemas que pueden afectar a nuestra visión. Las bajas temperaturas tienden a resecar la membrana mucosa que cubre el globo ocular y la córnea. Las glándulas lacrimales se ven afectadas y disminuyen la producción de lágrimas, responsables de la lubricación ocular.
Para un estado óptimo de las glándulas lacrimales, la temperatura de la lágrima debería mantenerse entre 32-34 grados. Es recomendable que las personas que padecen síndrome de ojo seco tomen medidas durante la época invernal, donde el frío y el viento son más intensos.
Para tratar el síndrome de ojo seco es necesario dar ese aporte de humedad que necesitan nuestros ojos mediante lágrimas artificiales. También nos ayudará el uso de gafas de sol y parpadear con frecuencia para aumentar la producción de lágrima natural. En caso de notar ardor, cansancio o sensación de cuerpo extraño en el ojo, no hemos de frotar y debemos lavarlo con suero fisiológico.
Resumiendo, desde Elix te hacemos las siguientes recomendaciones de prevención:
- Mantén una buena hidratación ocular mediante lágrimas artificiales de forma frecuente. El uso de lágrimas artificiales te ayuda a mantener la hidratación cuando sea necesario.
- Si notas picor o sensación de arenilla en el ojo, es preferible limpiarlo con suero fisiológico o con toallitas específicas.
- Evita la sequedad ambiental con entornos demasiado cálidos o demasiado fríos.
- Utilizar gafas de sol para protegerte del viento.
- Si haciendo todo esto continúas con síntomas y molestias, consulta con un especialista.
En Elix nos importa tu salud, por eso, junto con nuestros doctores especialistas hemos creado DX Drops. Este producto no es solamente una lágrima, es además un protector y regenerador ocular que restituye la función lagrimal, protegiendo y regenerando la función visual.
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